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Diseñadores de interior: Isern Serra
- Año: 2021
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Fotografías:Salva Lopez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consiste en la rehabilitación de un local a pie de calle para transformarlo en el nuevo espacio de Six N. Five. Un espacio con múltiples usos, principalmente utilizado como una oficina, pero también como showroom para exhibir objetos. Agregando una zona para presentaciones, un pequeño taller para producir pequeños prototipos, una zona de ocio y realidad virtual, y también un área de café especializado. En definitiva, un espacio multidisciplinario abierto a la ciudad con pequeñas propuestas culturales. El espacio está situado en Barcelona, en el barrio del Poblenou dentro de un local en planta baja con forma de “L”. Con una entrada al pie de calle y con una extensa terraza en la parte trasera.
La primera decisión fue la de limpiar el local de todos los tabiques y falsos techos existentes para revalorizar la estructura de hormigón original, y de esta manera enseñar el volumen real del espacio. La diversidad de espacios a distribuir y la imponente altura, nos permitió generar un espacio en una zona superior para albergar el taller y también la zona de almacenaje. Este altillo además nos permite separar la zona pública de la zona más privada del espacio. La primera zona es la que da a la calle y está compuesta por una grada de múltiples usos que se extiende hasta la parte trasera del local. Esta grada no solo está pensada para exponer objetos, también para sentarse mientras se espera el café, o para recibir al público que venga a ver una charla o exposición brindada por algún ponente invitado. El altillo se puede cerrar con cortinas tanto por la parte superior como por la parte inferior, pudiendo así no solo brindar distintos grados de privacidad sino también aportando un elemento para dividir las distintas zonas.
La zona privada está compuesta por el estudio, el taller, la zona de ocio, y la sala de reuniones que también es la cocina. Todos estos espacios están conectados a una amplia terraza que, además de dar bonitas vistas a un gran macetero repleto de plantas, también permite que entre a este espacio una luz solar vespertina muy especial. El espacio se pensó como un gran santuario arquitectónico donde la imprenta de la artesanía estuviera muy presente. Se escogió el color tierra para reforzar esta idea de materialidad y se transformar en micro cemento en el suelo y en los elementos de obra y las paredes con el mismo tono con una base de enyesado irregular.